La verdad, su belleza femenina la hace objetivo de todas las miradas curiosas que quieren conocer el secreto de su esplendor, pero a pesar, del esfuerzo y pundonor que todos/as estos/as curiosos/as demuestran no logran saber el secreto de ese esplendor ya que esta bella mujer lo guarda en el lugar más seguro que ha conocido, en su corazón. A lo largo de la historia la definición de esta palabra ha sido estudiada por grandes personajes como Aristóteles, Sócrates, kant, Tarski, ...;llegando a una definición actual que encontramos en la mayoría de nuestros diccionarios e enciclopedias, que es “la conformidad de las cosas con el concepto de ellas forma la mente; conformidad de lo que se dice con lo que se siente ó se piensa; juicio o proposición q ue no se puede negar racionalmente”. También podemos añadir a esta definición alguno de sus sinónimos más comunes como certeza, certidumbre, veracidad y sinceridad.
Hoy en día el uso o utilización de esta palabra ha llegado hasta tal punto que cualquier declaración, demostración, investigación, etc... que se haga conforme a un hecho delictivo o no donde se intente conocer el mismo; da lugar a que esa declaración, demostración, etc.... sea creíble o no según unas circunstancias ajenas al propio hecho en sí (sobre todo si se intentan demostrar hechos subjetivos). Esto ocurre en muchas situaciones pero en el ámbito de la justicia podríamos decir que es en el que más repercusión tiene, ya que la resolución puede ser favorable o no, sin un término medio.
Los tribunales de justicia dicen ser los conocedores de la verdad y basan su resoluciones finales en las pruebas aportadas. La prueba puede definirse como la actividad procesal, de las partes (de demostración) y del juez (de verificación), por la que se pretende lograr el convencimiento psicológico del juzgador acerca de la verdad de los datos allegados al proceso. Yo diría que son conocedores de pruebas que indican o no que ha pasado algo, pero nunca diría que son conocedores de la verdad, porque la verdad no se puede conocer en su totalidad si no estas presente en el mismo instante en el que ocurre y aún así, estando presente puede que no seas conocedor de la verdad. Ante esta situación la mejor solución es utilizar los medios más eficaces en identificación de pruebas, los profesionales más cualificados, etc... pero en ningún caso dejar que un suceso sea manipulado por alguna de las partes, ya que están sobre la balanza los derechos de las partes en conflicto.
Lo contrario a la verdad es lo falso, por lo que podemos pensar que si descubrimos lo que es falso ya conocemos la verdad, pero yo pienso que es tan complicado conocer lo que es falso (siempre que no existan unos parámetros predeterminados objetivamente de lo que es verdadero) como lo que es verdadero p or eso se debe tener la cautela de no coger el camino
equivocado en cada cruce que encontremos en nuestro trabajo. En nuestra labor como Criminólogos el acercamiento a la verdad es importante, pero tan importante como esto es no dar pasos erróneos o creernos erróneamente conocedores de la verdad.
Cómo podemos decir ser conocedores de la verdad existente a nuestro alrededor, si ni siquiera somos conocedores de la verdadera creación de nuestro alrededor y de nosotros mismos.
Para finalizar esta reflexión sobre la verdad me gustaría comentar algo acerca de esa mujer que nombré en el primer párrafo de este escrito, que es lo siguiente: Porque todos/as se empeñen en saber cual es ese secreto, y aunque una mujer también muy bella diga conocerlo, seguirás demostrando que tu corazón es ese armazón impenetrable que ha sido hasta ahora y que a pesar de que los demás se fíen de la belleza hipnotizante de esa otra mujer, tu serás siempre el último escalón por conocer.
LA VERDAD
miércoles, 6 de febrero de 2008
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1 comentarios:
Menuda paja mental
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